Sakura y su marido llevan casados tres años. Dejó la empresa para convertirse en ama de casa con la bendición de todos sus compañeros. Su marido siempre es amable, la trata bien y su vida matrimonial es normal como la de todos los demás. No más mensajes de texto por teléfono, no más conversaciones divertidas con otras personas. Ahora Momo sólo hace las tareas del hogar, se queda en casa y espera a que su marido regrese del trabajo. El único pasatiempo que la ayuda a superar estos aburridos días es actuar en dramas. Y la habitual y aburrida escena de Momo fue superpuesta por otro hombre. Él es el jefe de su marido, también.